Obra realizada junto a los arquitectos Miguel Terranova y Jorge Juan Barenghi. Estudio Terranova-Barenghi-Amaya “De cómo llevar el color y la plástica de un cuadro al espacio habitable” fue uno de los desafíos en la remodelación y ampliación de una vivienda unifamiliar, cuya estructura original data de 1917. Pensada para una artista plástica, se intervino una casa chorizo desarrollada en una sola planta con un pequeño entrepiso en la parte posterior, respetando su marcada tipología, recuperando la riqueza de sus molduras y aberturas originales de madera, combinándolas con las nuevas y, complementando todo el trabajo con el uso de colores vibrantes. Siendo el taller-galería el eje del proyecto, se pensó un entrepiso metálico como el lugar del artista, independiente de la pared de ladrillos original, que junto a las columnas de la nueva estructura, dan carácter al espacio. Se trabajó la presencia de la luz en todos los ambientes, compensando uno de los problemas de la vivienda tradicional, que acompañará el recorrido de los espacios, entre matices de azules, rojos y amarillos y un diseño original de mosaicos, complementando las puertas y vigas, siendo cada objeto un elemento plástico en sí mismo, que conjugados, construyen los espacios propios del artista; para pensar, desarrollar, crear.
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